sábado, 9 de abril de 2016

OPINIÓN; LA COMPLICIDAD DEL SILENCIO EN LA PRIMADA DE AMÉRICA


SANTO DOMINGO.-Las autoridades universitarias han mantenido un vergonzoso, extraño y cómplice silencio, frente al atentado terrorista cometido en el aula magna contra  de los empleados universitarios, con lo cual nos inclinamos a pensar que ese acto terrorista, criminal y abusivo, sumado al silencio funcionarial, es parte de un macabro y siniestro complot para intentar desarticular a los gremios en su noble función de la defensa férrea de los intereses de los trabajadores.

Nos preguntamos: ¿qué ha pasado con  las supuestas investigaciones que mando hacer el magnífico Rector? Máxime cuando las autoridades tienen todos los videos de dicha actividad  donde se deben ver claramente los autores materiales de tan nefasto y repudiado acto? ¿Qué ha pasado con  demás grupos y corrientes administrativas, docentes y estudiantiles de la UASD, que aun hoy no se han manifestado condenando y repudiando tan horrendo acto, el cual dejo decenas de empleados heridos, desmayados, poli traumatizados  e internos en diferentes centros médicos; ¿qué ha pasado con todos los cantores líricos que exigían a todo pulmón el respeto a la autonomía y a los derechos de los trabajadores, que ha pasado con esos vocingleros que  tanto hemos escuchado desde esos grupos y corrientes hoy  silenciosos con respecto a los hechos malsanos que están aconteciendo en la UASD?.

¿Qué motiva ese silencio entonces? ¿Será que ellos y ellas se han tragado una piedra de molino o una rueda de tractor? Es difícil creer que ese sea el caso. ¿Será más bien que el supuesto apego de la mayoría de ellos a la autonomía, a la libertad de expresión, a los derechos laborales y al reglamento de carrera administrativa, no es más que un disfraz con el cual intentan convencer a los ingenuos empleados que moran entre nosotros? 
Asombran con su cinismo extremo, porque viven pregonando sus postulados infames en cualquier escenario universitario, sobre todo en tiempos electorales de que tienen nuestros intereses en mente, cuando lo que en realidad les interesa es usarnos como borregos para suplir sus necesidades personales y vampirescas y seguir en sus ejercicios de lambonismo de poder  sin importar quien ocupe la silla uasdiana.

Me inclino a pensar que es lo segundo; pues parece ser más importante para la mayoría de las autoridades, grupos y pseudorepresentantes universitarios, justificar el constante y abusivo  ejercicio del poder, que actuar para frenar esos abusos. Las demás autoridades universitarias sinceramente comprometidas con la democracia, la autonomía universitaria las libertades y los derechos de expresión deberían protestar por lo que viene ocurriendo en la UASD.

Abuso es abuso, no importa quién  lo cometa, no deja de serlo porque lo cometa el amigo o el compañero de partido o de grupo. ¿Nos atreveríamos a exigirles ese sincero compromiso con los ideales que proclaman y que se niegan a practicar?

“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio” (Marco Tulio Cicerón)

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